Autor: Jeff Orlowsky.

Todos hemos experimentado, en mayor o menor grado, que las compañías que nos brindan servicios -bien sean compras, búsquedas, o una aplicación para orientarse en la carretera- guardan nuestros datos personales. También somos conscientes de que, al aceptar sin leerlos esos largos articulados que hay que firmar para instalar un programa o contratar un servicio, nos hacemos reos culpables de los abusos a los que, luego, las compañías propietarias nos someten. Y sólo manifestamos enojo si la presencia invisible de los escrutadores se revela a través de molestos anuncios que nos impiden comprar o ver un video con mayor rapidez.

Sin embargo, es posible que no tengamos una idea bien asentada de todo lo que estamos regalando a esas compañías y del poder -quasi omnímodo- que adquieren sobre nuestros hábitos, nuestras costumbres y nuestros gustos.

The social dilemma, a través del testimonio de varios exempleados de gigantes del ocio y de la comunicación, nos permite entrever la monstruosidad de ese control que cedemos gustosamente por el placer de jugar al “Tetris” o no pagar de más en una aplicación. Es un documental que conviene ver con los hijos a partir de los 10 o 11 años para que empiecen a ser conscientes del precio de su libertad.