Comienza el curso y nos toca poner a punto los uniformes, los libros, el material escolar, y las ganas de volver a empezar. Es un momento de catarsis familiar, en el que hemos de mantener la calma y aprovechar algunos ratos para plantearnos cómo vamos a abordar con nuestros hijos el tema del estudio durante este nuevo curso que comienza.
Lo vamos a plantear desde el sistema DAIP y podrías servir para cualquier curso de primaria, aunque está especialmente pensado para aquellos cuyos hijos se estrenan en esta etapa.
Desde el constituyente singularidad y la dimensión física, podemos poner a los niños a punto en cuanto al orden material en casa:
- Tener un lugar para ponerse a estudiar, si es posible siempre el mismo.
- Tener a mano y siempre guardado en el mismo lugar el material necesario: lápiz, goma, papel, bolígrafos, calculadora, diccionario…
- Disponer de un corcho o panel en el que tener visible su horario del colegio y de casa, sus encargos y un calendario
- Disponer de una agenda escolar
- Mochila o carpeta siempre guardadas en el mismo sitio para encontrarlas con facilidad
Desde el constituyente apertura (trabajo) y la dimensión física, podemos ayudarles con su horario personal en casa para que sean capaces de organizar e tiempo en función de las tareas del colegio y también en función de sus encargos en casa (ya sean materiales como personales –encargos de ayuda los padres, hermanos…-.
Desde el constituyente apertura (comunicación) y la dimensión física, le podemos ayudar a ser capaces de expresar lo aprendido para que otros puedan entenderlo. Por ejemplo pueden ayudar a algún hermano más pequeño con algo que ya sepa hacer, puede contarnos las cosas que ha aprendido paso a paso para que entendamos que ahora las sumas con llevadas se hacen distintas a como las hacíamos nosotros y así aprendemos de ellos nuevas formas de hacerlo, luego nos pueden poner ellos deberes para ver si hemos aprendido e incluso, ¡¡nos pueden poner nota!! Podemos hacer que no nos sale, que no lo hemos entendido y que aprendan diferentes manera de afrontar una situación de frustración. Cuando tiene que enfrentarse a la situación de ayudar a otro se ponen en marcha muchos mecanismos de memoria, atención autorregulación, y sobre todo la paciencia para empezar de nuevo tantas veces como sea preciso.
Desde el constituyente originación y la dimensión física, les podemos ayudar a descubrir la verdad en la realidad circundante. Si hemos planificado para este año rutas culturales, rutas para hacer excursiones en la naturaleza u otras actividades que permitan conocer cosas que hizo o construyó el hombre y cómo lo llevó a cabo. Pueden aprender que hay otras muchas cosas que no dependen del hombre y que pueden encontrar la Verdad en la vida misma.
Respecto al constituyente singularidad y la dimensión de carácter, podemos ayudarle a mantener la constancia para perseverar a pesar del cansancio. Muchas veces el ejemplo de tenistas, bailarinas, cantantes, o de alguna de las cosas que más les guste hacer puede hacerles más cercano el valor del esfuerzo. Ponerse una imagen de alguno de ellos les puede ayudar superarse cuando les cueste. Por supuesto hay otros modos de proponerles este reto: visitar a alguna persona enferma que haya encontrado el sentido de su enfermedad y como lucha cada día a pesar del cansancio o sufrimiento a superarse. Seguro que hablando con ellos podemos encontrar aquello que a cada uno le suponga un ejemplo a seguir.
Respecto al constituyente apertura (trabajo) y la dimensión carácter, podemos ayudarle a marcarse unas metas a corto, medio y a largo plazo. Por ejemplo:
- A corto plazo: Hacer un listado de las cosas que de verdad ha aprendido en clase cada mes y en para qué cosas de su día a día pueden servirle cada una de ellas.
- A medio plazo: Aprender cosas nuevas que sirvan para ayudar a otros (hermanos, amigos, padres, abuelos, primos…)
- A largo plazo:
En cuanto al cruce entre el constituyente apertura (comunicación) y la dimensión carácter, es posible enseñarles a aplicar lo aprendido a una situación de ayuda o colaboración con otros (de esta forma además ponemos en práctica alguna de las metas propuestas en el punto anterior.
Desde el constituyente originación y la dimensión carácter, podríamos ayudarles a aspirar a motivaciones más altas. Ya hemos ido trabajándolas anteriormente, pero ahora podemos ayudarle a pensar en el sentido del esfuerzo, de la constancia, la laboriosidad, del trabajo hecho por y para los demás, al servicio del bien común y para dar gloria a Dios.
Respecto al cruce entre la singularidad y la inteligencia, podemos trabajar memoria, atención, autorregulación, entre otros. Si nos centramos en la atención podríamos trabajar con ellos la capacidad de estar en silencio y aprovechar los momentos de mayor concentración para las tareas más complejas. Así les ayudamos a organizar las tareas empezando por las medianamente complejas al principio: ejercicios de práctica, actividades, esquemas que les ayuden a ir entrando en periodo de mayor atención; una vez alcanzando, realizar tareas más complejas de estudio; finalizar con tareas sencillas que les gusten más o les resulten fáciles y divertidas (hacer un crucigrama, una sopa de letras, colorear un dibujo, etc.).
En cuanto al constituyente apertura (trabajo) desde la inteligencia, podemos ayudarles a conectar lo que aprenden nuevo con lo que ya sabían (porque lo habían aprendido en cursos anteriores o porque está relacionado con alguna vivencia o experiencia personal). Esto les ayuda especialmente a afianzar ese conocimiento pues se le da un valor o sentido mayor y queda arraigado en alguna de sus diversas redes neuronales.
Respecto al constituyente apertura (comunicación) desde la inteligencia, podría ser una buena ocasión para enseñarles a ser capaces de rectificar cuando alguna persona le corrige. Entender que equivocarse es muy importante para la vida. Como bien reza el refrán “de los errores se aprende”. Podría ser un bonita meta familiar. Aprender a encontrar lo que hemos aprendido con cada error cometido y alegrarnos por ello. ¡¡BRAVO, ESTO ES LO QUE HE APRENDIDO AL FALLAR, AL CAER O EQUIVOCARME!! Cuando entendemos esto entonces es más fácil que aceptemos los fracasos. También es importante que se sientan queridos especialmente cuando se equivocan. Siempre. Como dice la canción:
“Quiéreme, cuando menos lo merezca quiéreme,
porque soy solo una niña sin peinar,
que no sabe qué está bien y qué está mal”
En cuanto al constituyente originación desde la inteligencia, es bueno hacerle consciente de las capacidades recibidas y de las limitaciones propias de la inteligencia. Ser consciente de las capacidades le ayuda a conocerse mejor, a dar gracias a Dios por ello y a empezar a pensar cómo puede usarlas para el bien común. Ser consciente de sus limitaciones también le ayuda a conocerse, a aprender a reírse de sí mismo, a valorar cómo otros pueden complementarse con él y le puede ayudar a crecer. Le ayuda a ser consciente de que tiene toda la vida por delante para mejorar, para desarrollar la autonomía interdependiente. Porque dependemos unos de otros, como seres sociales que somos.
Desde el constituyente singularidad y la libertad, podemos a ayudarle a comprender la importancia de acabar lo que se empieza, aunque esté cansado, siempre con esmero y limpieza. Este objetivo es quizá positivo para un de nuestros hijos y negativo para otro. Es posible que tengamos en casa un pequeño genio despistado al que le cueste especialmente acabar lo que empieza, y si lo acaba a veces lo hace con tanta prisa que se nota demasiado. Sin embargo podemos tener a otro que es excesivamente perfeccionista, con el que a veces lo necesario es precisamente que a veces no se esmere tanto o aprenda a convivir con los fallos que puedan haber afeado su trabajo. Según sea nuestro hijo podemos trabajar esto en un sentido o en otro.
En cuanto al constituyente apertura (trabajo) y la libertad, se les puede ayudar a aumentar poco a poco la tolerancia a la frustración. Este objetivo lo hemos podido trabajar ya en muchos de los objetivos anteriores, de todas formas se puede hacer un “intensivo” en este tema y dedicar un mes concreto a especificar objetivos concretos para trabajarlo semana a semana: ver lo positivo de los errores, valorar el aprendizaje después de un fracaso, ver los beneficios que me aporta una caída, o valorar lo positivo del esfuerzo invertido y la alegría que supone conseguir algo después de que haya constado tanto alcanzarlo.
Respecto al constituyente apertura (comunicación) y la libertad, podemos ayudarles a ser pacientes y comprensivos ante las dificultades que otros puedan tener para entender o aprender. Como ya ha aprendido a conocer sus limitaciones, como ha tenido que superar situaciones de fracaso en las que ha comprendido como se siente y la satisfacción de conseguir algo después de mucho esfuerzo, es probable que le resulte más sencillo alcanzar este objetivo de comprensión y paciencia.
Finalmente, cuando trabajamos el constituyente originación y la libertad, es buena ocasión para aprender a ser amables y entender que cada uno somos diferentes y que aprendemos de forma diferente. Puede ser un reto ver cómo aprende y explica un mismo hecho o aprendizaje cada uno de sus hermanos o amigos. Con esto puede aprender que con la visión que cada uno tenemos de a la hora de comprender, por ejemplo, una excursión o visita cultural, podemos enriquecernos y hacer que esta sea mucho más rica todavía. Lo que otros ven o aprenden que nosotros no habíamos percatado nos enriquece, así como a otros enriquece lo que nosotros hemos aprendido o visto y otros no se han dado cuenta.
Se podría resumir cada uno de estos objetivos en la siguiente tabla. Son muchos a trabajar en un año, a lo mejor podemos escoger tres de ellos para trabajar progresivamente cada año y por trimestres desde 1º de Primaria hasta 6º. O podemos escoger más. Eso dependerá de cada familia, de cada niño y de cada situación de la vida. A veces es posible planificar y hacer más cosas, a veces hay situaciones que no lo permiten. No pasa nada. Esto lo podemos adaptar según las necesidades y circunstancias, sabiendo que son sólo ideas… si alguno quiere cambiar algunas o todas eso sería fantástico, adaptado a la propia singularidad del niño y de la familia.
Libertad | 13. Acabar lo que se empieza, aunque se esté cansado, con esmero y limpieza | 14. Aumentar poco a poco la tolerancia a la frustración | 15. Ser paciente y comprensivo ante las dificultades que otros puedan tener para entender o aprender | 16. Ser amable y entender que cada uno somos diferente y aprendemos de forma diferente. |
Inteligencia | 9. Atención: estar en silencio y aprovechar los momentos de mayor concentración para las tareas más complejas | 10. Relacionar el estudio actual con ideas previas | 11. Ser capaz de rectificar cuando alguien corrige un mal aprendizaje | 12. Ser consciente de las capacidades recibidas y de las limitaciones propias de la inteligencia. |
Carácter | 5. Mantener la constancia para perseverar a pesar del cansancio | 6. Marcar unas metas a corto, medio y a largo plazo | 7. Aplicar lo aprendido en una situación de ayuda o colaboración con otros | 8. Aspirar a motivaciones altas |
Físico | 1. Orden material | 2. Realizar un horario para que sean capaces de organizar el tiempo en función de tareas y encargos | 3. Ser capaces de expresar lo aprendido para que otros puedan entenderlo | 4. Descubrir la verdad en la realidad circundante |
Singularidad | Trabajo | Comunicación | Originación | |
Apertura |