Mayo 2023: EL AMOR ES CREATIVO
La creatividad se refiere a la facilidad que se tiene para inventar o crear algo. La creatividad del amor es el motor que debe movernos, a los seres humanos, a ser más solidarios y apoyarnos unos a otros. (Padre Orlando Pérez)
Vivimos momentos únicos durante la pandemia. Se dijeron cosas increíbles. Muchos dieron vida a sus plumas y escribieron artículos tan humanos, tan encendidos, que nos tocaron de cerca el corazón. De alguna manera, en el encierro obligatorio familiar, algo creció para adentro. Fue noticia de primera línea el amor, los mil y un detalles que se inventaron para demostrar el cariño a quienes más lo necesitaban.
Era emocionante ver en la televisión y leer en los periódicos lo que fuimos capaces de hacer para no dejar a nadie en su tristeza y en su cruel soledad. Cuando apagábamos la luz, para irnos a descansar, brotaban las redes sociales con las historias de amor más tiernas, heroicas y valientes que nunca habíamos oído ni podríamos imaginar. Relatos reales que inundaban nuestros ojos de lágrimas, de emoción, de ternura y de consuelo. Inolvidables detalles que nos mostraron que, aún en las situaciones más duras, el amor está vivo. En el mundo entero se vivió… la excelencia en el amor.
Todo aquello ha pasado. Sin embargo, de aquellos escenarios de destrucción y muerte, el verdadero protagonista no fue la enfermedad, fue el amor. Después de estos meses de vuelta a la normalidad, no podemos dejar pasar lo bueno que aprendimos. Existe la creatividad en el amor, en el detalle, en la entrega, en la generosidad de pensar en los demás. Esa difícil asignatura que todos aprobamos con más o menos excelencia, la deben también aprender nuestros propios hijos. Veamos de qué manera.
El amor es una realidad personal, cada uno ama de un modo singular a los miembros de su familia, compañeros del trabajo, conocidos, parientes y amigos. Pero es un amor irremplazable, nadie puede amar a otro por mí como yo lo hago. Educar a la persona de manera íntegra es poner también, de una manera clara y explicita, la dimensión creativa en su manifestación afectiva.
Los niños deben aprender que el amor no son solo palabras, sino obras. El cariño hacia el otro se demuestra con detalles de generosidad, de entrega y de olvido de uno mismo. Es, en la edad de primaria, cuando se encuentran en el mejor periodo sensitivo para crecer en esos detalles de generosidad y de donación. Los padres y educadores debemos guiarles para que desarrollen esta capacidad de donación de una manera progresiva.
Sabemos que no podemos olvidar algo esencial; los niños aprenden con la repetición y con el ejemplo que ven a su alrededor. Les ayuda enormemente comprobar, con nuestros actos de amor creativo, que cultivar el amor es sorprender, es obsequiar con lo inesperado, es ilusionar con algo que no estaba en su plan diario, es romper protocolos, criterios y horarios para que disfruten con un detalle, es “romperles el saque” para que gane el amor por encima de todo.
La monotonía es aburrida. Esperar lo previsible no tiene aliciente y puede hacernos perezosos y comodones en nuestra relación con los demás. Pienso que lo más bonito que hay en la vida es darle una sorpresa a las personas que amamos. Hagamos partícipes a los niños de este modo de querer,
no solo que sean receptores de nuestros esfuerzos, sino que nos ayuden a preparar ese detalle agradable y sorprendente para los demás miembros de la familia.
Se trata de hacer cosas nuevas en medio de la cotidianidad: decir un elogio o una palabra de cariño bonita, preparar aquella cena que tanto gusta a todos, comprar unas estupendas gominolas para ver juntos la película del domingo, preparar unos chistes para hacer reír a todos, jugar a un juego de mesa…miles de creaciones personales para que brille el amor. De esa maravillosa manera, aprenden a amar, a potenciar la creatividad para poder conocer el amor en lo pequeño; es así como sabrán interiorizar que amar es hacer feliz al otro y, además, es la única manera eficaz de ser feliz uno mismo.