Julio 2024: Vacaciones en familia
¡Por fin han llegado las vacaciones! Después de todo un curso trabajando duro comienza un periodo largo de descanso que hay que aprovechar al máximo. Y la mejor manera de hacerlo es en familia, disfrutando unos de otros. A continuación, veremos los importantes beneficios que se generan durante este tiempo de estrecha convivencia familiar.
Pasar tiempo juntos une más
La duración de las vacaciones de verano va a permitir a la familia pasar más tiempo unida. Durante esta temporada hay más posibilidades de conversar y compartir juegos y aficiones, por lo que es un gran momento para trabajar con los niños virtudes que ayuden a tener una convivencia armoniosa y un buen ambiente familiar, como generosidad para realizar las actividades que le gustan a los demás, orden, paciencia, saber perder y ganar con elegancia.
Para facilitar la convivencia es necesario que planifiquemos momentos en los que se puedan realizar actividades divertidas y que gusten a todos, padres e hijos, para que juntos puedan disfrutar. Pero también debemos mantener un cierto orden y gestionar el tiempo dedicado a cada cosa, la comida y el descanso.
La oportunidad que se brinda de poder tener más conversaciones entre padres e hijos y de hablar sin prisas nos permitirá conocer los intereses y gustos de cada uno y nos proporcionará un mayor conocimiento de todos. Así lograremos que los lazos familiares se refuercen y conseguiremos generar en los hijos relaciones de confianza que tan necesarias son para el crecimiento armonioso de la personalidad.
Una gran familia
Durante las vacaciones también tendremos más facilidad de desplazamiento, y aprovecharemos esta gran oportunidad para encontrarnos con familiares que residan en otras ciudades o que, por falta de tiempo, nos resulte más complicado visitar.
Disfrutar más de los abuelos, los tíos o los primos y conocer las historias y los lugares donde se ha desarrollado parte de la vida de la familia, permitirá a los niños conocer sus raíces y tener mayor arraigo y sentido de pertenencia a una gran familia.
Este será un momento ideal para estrechar los lazos generacionales y para enseñarles a dar el cariño y el cuidado que requieren nuestros mayores. Y puesto que los niños necesitan
sentir la presencia y la cercanía de sus familiares, el vínculo emocional se hará más fuerte y facilitaremos que desarrollen una personalidad segura.
Emocionalmente seguros
Crear vínculos fuertes con los padres, hermanos, abuelos y demás familia hace posible que los hijos crezcan en un ambiente emocionalmente seguro. Proporcionar un entorno de cariño donde el niño es escuchado hace que sienta que importa lo que dice y percibir que se cuenta con él y se le permite expresar sus pensamientos e ideas sin ser juzgado, va a permitirle conformar una personalidad más segura.
Por ello, debemos aprovechar el periodo estival para ahondar en esta labor, encontrando en las eventuales correcciones que debamos hacerles magníficas oportunidades para el aprendizaje y el crecimiento personal.
Socializar
Además de estar con la familia, es conveniente fomentar las amistades para que los niños disfruten compartiendo experiencias con sus amigos. En el juego y el deporte, o en otras actividades que puedan realizar durante las vacaciones, conseguiremos el desarrollo de sus habilidades sociales.
En este proceso de integración social resultará conveniente que interactúen con otros niños de su edad en ocupaciones de carácter grupal. Así facilitamos la adecuada adquisición de capacidades que les permitirá, además de asimilar nuevas reglas y valores, construir relaciones significativas de amistad que mantendrán en el futuro.
Todos los deportes, los juegos en equipo, campamentos, excursiones o la participación en talleres específicos les servirán para este fin. Las vacaciones son el momento ideal para fomentar su participación en estas actividades.
Seguir aprendiendo
Puesto que el aprendizaje forma parte de la vida, y solo del tiempo escolar en esta época resulta interesante proponer actividades en las que sigan creciendo. Es el momento de asimilar lo aprendido durante el curso y reforzar algunos contenidos, practicar algún idioma, leer libros o visitar museos.
También es una ocasión ideal para conocer diferentes pueblos, ciudades o países y así permitirles contemplar cómo se desarrollan diferentes modos y estilos de vida en los que concurre una lengua y una cultura diferente de la que conocen. Este proceso alimentará su curiosidad y les ayudará a abrir su mente a nuevas experiencias.
Asimismo, realizar actividades al aire libre para conocer la naturaleza, realizar ejercicio, practicar algún deporte y crear nuevas aficiones no solo les mantendrá entretenidos, sino que también les servirá para aprender.
Es importante tener presente que las vacaciones suponen una gran oportunidad para la unión y el mantenimiento de la familia extensa, para el desarrollo emocional y la socialización del menor y para el aprendizaje en un contexto de alegría y diversión. Y en este ambiente vamos a conseguir generar en el niño recuerdos positivos, manteniendo en su memoria momentos inolvidables que le servirán en el futuro.