Diciembre 2022: CINCO PANES DE CEBADA
La autora recibió en 1979 el premio Gran Angular por este libro. Aunque relata cómo era la vida en la España rural de la época, las pasiones humanas presentes en el libro son atemporales: la necesidad de reconocimiento, el trabajo bien hecho, la bondad, la difícil lucha contra “lo establecido” y para salir de la zona de confort, el servicio abnegado como fuente de felicidad, la amistad, la generosidad y el amor.
Narra el viaje interior de Muriel, quien después de superar con las mejores notas la carrera de Magisterio es destinada a Beirechea, un pueblo desconocido, con pocos alumnos y habitantes desinteresados por la cultura, pendientes del éxito de las cosechas, que consideran la educación un lujo innecesario y poco práctico.
Como no hay más remedio, se sube al autobús que la llevará a su nuevo destino. La descripción que hace de este primer viaje es antológica y a ella le sirve para tener más claro que dejará este pueblo lo antes posible y pedirá puesto en un colegio “como es debido”. Su primera visita al llegar a Beirechea es la escuela, que se encuentra en un estado lamentable. Pero el recibimiento que le hacen en la casa que han escogido para que viva es tan cálido, que se anima un poco.
A medida que pasa el tiempo va haciendo amistades y cada vez se siente más a gusto. Lo más interesante de este libro es acompañar a la protagonista; que va descubriendo el valor de la vida en Beirechea, que no tiene nada que envidiar a la cómoda vida de la ciudad. Aprende a disfrutar de la naturaleza, de una larga conversación después de la cena, de la generosidad de la gente que tiene poco y lo pone a su disposición, del valor de la amistad… Se da cuenta de que se puede ser feliz sin tener todo solucionado. Va adquiriendo buenos hábitos y cada vez es más feliz porque crece su capacidad de pensar más en los demás y menos en ella misma.
Durante los primeros meses va de sorpresa en sorpresa, haciendo amistad con los mayores y los jóvenes del pueblo: Fermín, Miguel, Ana e incluso a Javier, muy poco apreciado en el lugar. Se va ganando el cariño y la atención de los niños y de sus familias y cada vez se ilusiona más con su trabajo.
Se trata de un libro sencillo, con una redacción amena, que puede convertirse en un buen instrumento para que padres y profesores, sean capaces de abrir nuevos horizontes a sus hijos y alumnos. Redescubrir la vida sencilla, de la mano de estas páginas, es un regalo para los urbanitas del siglo XXI.