Agosto 2022: Algo para recordar
Se trata de un clásico de su género. Comedia romántica sin muchas pretensiones, contiene un buen filón de comunicación y de relaciones humanas.
A pesar de ser una película algo frívola, cuyo punto de partida es la necesidad de tener pareja para tener una vida plena y feliz, puede enseñarnos la importancia de comunicar lo que sentimos y pensamos y también de escuchar a los que amamos, especialmente a los niños, que tienen su modo particular de comunicarse.
Cabe destacar la fluidez de diálogos y de gestos de comunicación entre Sam, padre viudo, y su hijo Jonatan de ocho años. Aunque tiene confianza en su padre, hay temas que no quiere tocar porque piensa que le ponen triste. Su solución es bastante peregrina: llamar a un programa de radio para que su padre pueda expresar sus sentimientos.
Casualmente el programa es escuchado por una joven a punto de casarse y empatiza con los sentimientos más profundos que Sam transmite en la radio acerca del amor por su difunta esposa, lo que le hace replantearse la relación que tiene con su prometido y escribirle una carta al desconocido de la radio.
Cuando no se escucha a los niños se dan situaciones dolorosas, tanto para ellos como para los adultos. En la película el niño está convencido de que su padre necesita una nueva esposa y que la escritora de la carta es la adecuada, sin embargo, su padre supone que el mero hecho de verle en una relación le ayudará, por lo que decide imponerle una “novia”, ya que ir a conocer a una desconocida le parece -con toda la lógica del mundo- una insensatez. No es capaz de ponderar lo que afecta a su hijo ni encontrar una solución satisfactoria para él, por lo que el niño comete una locura.
Interesante película para los padres y el cuidado de la comunicación entre ellos y con sus hijos. Si veis la película bajo este prisma encontrareis puntos interesantes de reflexión, más allá de la magia y el cuento de hadas.