Mayo 2019 – Educar sin castigar
Pilar Guembe – Carlos Goñi
Los autores del libro son un matrimonio padres de dos hijos. Se dedican a la enseñanza de hace más de dos décadas. Pilar y Carlos tienen han escrito varios artículos y libros relacionados con la educación, asistido a conferencias y sobre todo han dedicado gran parte de su vida a trato con padres y alumnos. Ella es pedagoga y trabaja como profesora y orientadora y él es filósofo.
Todo esto junto ha permitido que sus escritos estén cargados tanto de conocimiento científico como de un lenguaje cercanos y asequible que ayuda enormemente al lector a identificarse y aprender de forma sencilla otros modos de ayudar a sus hijos en su crecimiento y formación personal.
Educar sin castigar es un libro que recoge algunas cosas que seguramente ya hemos leído muchas veces, los estilos educativos, la necesidad de límites en el ámbito familiar y escolar, el sentido o no de los castigos, sin embargo en este texto se pueden encontrar algunos argumentos y modo de hacer sencillos y que sin duda cambiaran algunas dinámicas familiares. Es posible educar sin tener que recurrir sistemáticamente a los castigos y a las amenazas. Los autores sostienen que las dinámicas familiares que se sostienen sobre premios y castigos no son formativas, nos conducen a un punto muerto y desde luego no les ayudan a crecer.
Producen además en nuestros hijos una idea de que en esta vida todo se hace para conseguir algo material, siendo perjudicial para el desarrollo de la motivación intrínseca. Además, seguramente ya hemos comprobado como esas dinámicas de recompensas lleva a la necesidad de más recompensas y más castigos, por lo tanto no funciona, y si en educación lago no funciona hay que plantearse la necesidad de un cambio de metodología.
Los autores proponen alternativas que supongan motivación positiva y el diálogo. Nos proponen otras alternativas para ejercer la autoridad y el saber encontrar consecuencias a las acciones que sean realmente formativas. Proponen un cambio de paradigma de “la letra con sangre entra” a “la letra con cariño entra”. Tratan de demostrar de forma práctica, con alternativas y soluciones sencillas aquello de educar aunando “exigencia y cariño”.
Es posible otro modo de educar, sobre todo nuestros hijos necesitan que hagamos ese cambio. Con la lectura sosegada de este libro podemos ir poniendo en práctica algunas de las estrategias propuestas, poco a poco, de forma que vayan calando en nuestra dinámica familiar y se queden definitivamente en nuestro día a día. Todos detestamos estar de mal humor y esperamos que nuestros hijos se porten bien. Ellos son eso, solo niños, necesitan que adultos sensatos, llenos de amor hacia ellos, les guiemos en su crecimiento armónico de la identidad personal.