El mes pasado ya hablamos de la necesidad de buscar aficiones y hobbies para nuestros hijos. Este mes le vamos a dedicar una extensión mayor a esta temática.

Los niños, en general, tienen mucha imaginación y suelen encontrar ellos solos los modos de entretenerse sin necesidad de mucha ayuda de los adultos. Esto es estupendo, desarrollan su imaginación y se desarrolla enormemente su pensamiento en esos ratos de juego libre y espontáneo. Sin embargo, en esta etapa de primaria es importante ir encontrando para cada uno de nuestros hijos alguna actividad concreta para ese tiempo libre que pueda cultivar de forma constante y que le permita conocer algo más a fondo, desarrollar una habilidad concreta y practicar modos de hacer propios de ese pensamiento nuevo a estrenar que comienza en esta edad.

Alrededor de los 6 ó 7 años, sus estructuras cerebrales cambian, permitiéndoles dos logros importantes: el desarrollo de conocimientos y el desarrollo de destrezas. Podemos decir que esta edad es un periodo sensible para ello y, por tanto, conviene y mucho que busquemos para su tiempo libre actividades o juegos que les ayuden a desarrollarlos con todo su potencial.

Además, en esta edad los niños van aprendiendo a hacer generalizaciones de los problemas con los que se encuentra, es capaz de encontrar diferentes soluciones a los problemas, comprende mejor que los hechos, experimentos o juegos tienen procesos internos, es capaz de hacer jerarquías y clasificaciones cada vez más complejas, y sobre todo es la edad de oro del aprendizaje,  le encanta conocer cosas nueva y preguntar sobre el funcionamiento de las cosas. Es por eso que ayudarles a cultivar hobbies, aficiones y actividades relacionadas con sus centros de interés o ayudarles a descubrir nuevos intereses es de vital importancia para su futuro.

Es necesario que en ello nos concienciemos tanto padres como profesores, porque ese tiempo de ocio hay que trabajarlo en espacios de tiempo libre en casa y en el colegio.

En este mes nos vamos a centrar en los espacios escolares. En el colegio los tiempos de patio, tanto si hace bueno como si llueve, son ocasiones formativas importantes. Es necesario crear espacios donde les “enseñemos a jugar”. Vamos a proponer algunos juegos o aficiones que se pueden cultivas en los diferentes espacios y edades:

• En el patio del colegio:
  • “Polis y cacos”, “pilla-pilla”, “tulipán”, “un Spiderman”, “el escondite”, “escondite inglés”, “marco-polo”, etc.
  • Juegos de saltar a la goma, comba, juegos diversos con pelotas, aros, etc.
  • Juegos como la rayuela, el cuadrado de las clasificaciones, la captura de amigos, etc.
  • Los niños de cursos mayores (5º y 6º) pueden hacer de monitores de juegos de los más pequeños, enseñándoles a jugar o organizando búsquedas del tesoro, gymkanas u otros juegos de equipo.

• Para los días de lluvia: habitualmente se recurre a los medio digitales, sin embargo es posible otras alternativas. Se pueden organizar dentro de las aulas rincones de juego y aficiones; o ponernos de acuerdo con otros profesores para crear aulas con diferentes temáticas de juegos para que también puedan jugar con compañeros de otros cursos y así amplían horizontes de socialización:
  • Juegos de mesa: “Monopoly”, “Cluedo”, “Quién es quién”, “Descubriendo Europa”, “Party”, “Forma palabras”, “Mastermind”, etc.
  • Juegos de cartas: Familias, Animales, Virus, etc.
  • Puzles, construcciones, Play móvil, lego, etc.
  • Manualidades: papiroflexia, costura, aprender a pintar con tutoriales o plantillas, construir con arcilla o escayola y pintarlo, construir con cartón, palillos u otros materiales, hacer maquetas, etc.
  • Robótica, programación, juegos de estrategia (“Otelo”, Ajedrez, “Risk”, etc.).
  • Crear sus propios juegos: hacer una Monopoly con los contenidos que estén estudiando ese curso o juegos de cartas con la clasificación de animales…
  • Utilizar Apps educativas, esporádicamente y como una herramienta más, no la única, que estén diseñadas para: mejorar en matemáticas, idiomas o lectura; o para mejorar en otras funciones ejecutivas como la atención , memoria, velocidad de procesamiento, etc.
  • Otros juegos como: “Ahorcado”, “tres en raya”, “hundir la flota”, “stop”.
  • Disfraces, dramatización, lectura, cuentacuentos (se puede recurrir a alumnos de cursos superiores para ayudar en estas actividades).

Todos estos juegos les ayudan a desarrollas habilidades cognitivas, lingüísticas, motrices finas y gruesas, y también les permiten lugares de encuentro con los demás, fundamental para el desarrollo socio-emocional. Además al ser juegos reglados les ayudan enormemente a esta edad a interiorizar el sentido de las normas, el respeto a los turnos y el sentido de la justicia, al que tanto aluden en los comienzos de esta etapa. Recordemos que con pequeñas cosas estamos creando lugares y ocasiones formativas que podemos y debemos aprovechar.

Además, el hecho de mantenerles la mente ocupada, trabajando, ayuda también a evitar fricciones entre ellos. En muchas ocasiones es el aburrimiento o el no saber qué hacer el que les lleva a hacer trastadas, dedicarse a hablar mal de los demás o molestar a otros niños que terminan siendo ocasiones para abonar situaciones de mal trato entre ellos.

El próximo mes hablaremos de la educación de ocio y tiempo libre en la familia, también para días soleados y de lluvia, dentro y fuera de casa, individuales, con amigos o en familia.