Marzo 2025: MAÑANA MÁS: A DORMIR

“Los niños hoy duermen dos horas menos de lo recomendado, esto impacta en su concentración y control de emociones” (Marian Rojas Estapé)
En el ámbito escolar crece la preocupación de los docentes por el déficit de sueño que observan en los más pequeños. Ese déficit afecta al proceso de aprendizaje, ya que los niños que no han tenido un descanso óptimo durante la noche tienen un razonamiento más lento, surgen problemas de irritabilidad y falta de autocontrol, afectando también a la memoria.
Los niños necesitan descansar y reponer fuerzas, ya que el desgaste físico y emocional es enorme a lo largo del día. Los niños de primera infancia deberían dormir por la noche de 10 a 11 horas para que su rendimiento escolar fuese óptimo. Como profesora de educación infantil, he podido observar a muchos niños de 3 a 5 años que empiezan su jornada escolar cansados y con mucho sueño, sin esa vitalidad que suele caracterizar a los más pequeños.
Esa falta de sueño puede estar producida por varias causas, la más habitual es la falta de un horario o carecer de unas rutinas a la hora de irse a dormir. Son niños que se acuestan muy tarde para la edad que tienen, durmiendo solo una media de 8 horas, tiempo más que suficiente para un adulto, pero no para un niño de tan corta edad. Una causa común es el sentimiento de culpabilidad de los padres, asociado al poco tiempo que ven a sus hijos. Ese sentimiento de los padres hacia los hijos hace que alarguen los horarios y les acuesten más tarde para estar más tiempo con ellos, sin darse cuenta de que al día siguiente los niños van a estar agotados.
Otras veces el horario lo marcan los propios hijos y sus padres “bailan” al ritmo que les dictan, estirando todo lo que pueden el hecho de estar despiertos, jugando cuando no deben e incluso haciendo un mal uso de las pantallas que hacen que los niños estén más excitados y con dificultad para conciliar el sueño.
Somos los padres los que mejor sabemos lo que necesitan nuestros hijos, pero el cansancio y la falta de paciencia y constancia, nos impiden muchas veces llevar a cabo nuestros objetivos o metas.
Es importante ganar la batalla del sueño. Algunas recomendaciones para que los niños de 3 a 5 años duerman y descansen lo que le corresponde a su edad serían las siguientes:
. Horario: Establecer un horario de tarde/noche pensando en el bienestar corporal y emocional del niño, esa rutina incluye, además:
. Juego: un ratito de juego tranquilo, evitando el uso de las pantallas, que les produce sobreexcitación y dificulta que puedan conciliar el sueño.
. Higiene: después de un largo día en el colegio los niños deben acostumbrarse a esa higiene diaria, o bien una duchita rápida (ahorrando agua y tiempo) o bien un baño en la bañera. Las dos opciones favorecen la relajación.
. Alimentación: Se recomiendan cenas sencillas y ligeras, evitando bebidas estimulantes.
. Entorno de Descanso: crear en casa un clima propicio que ayude a los más pequeños a entender que es hora de hablar más bajito, se apagan las luces…Es un momento especial en el que se pueden establecer preciosos vínculos con nuestro hijo ya que le podemos contar un cuento, hablar unos momentos con él y rezar juntos, dando gracias a Dios por el día que se ha terminado.
Otros trucos, que expone la autora Conchita Requero, para llevarlos a dormir pueden ser los siguientes:
Utiliza peluches si tu hijo siente miedo al acostarse. Acostar al pequeño acompañado de sus peluches favoritos es una excelente solución de cara a darle algo de seguridad en estos momentos.
Si tu hijo es poco dormilón, no dudes en recortar la siesta. De hecho, no es imprescindible que el niño duerma la siesta.
Coloca una luz quitamiedos. Hay niños especialmente aprensivos con la oscuridad. Para evitar estos pequeños miedos, podemos poner una lucecita en el enchufe de su cuarto.
Procura que deje de jugar con antelación. A todos los niños les cuesta mucho interrumpir sus juegos para irse a la cama. Precisamente por ello, debemos avisarle con antelación suficiente que ha llegado la hora de acostarse. Así podrán terminar con tiempo lo que están haciendo antes de irse a dormir.
Si el niño tiene sed por las noches, lo más práctico es dejarle en la mesita al lado de su cama un vaso de plástico especial para niños pequeños: tienen tapa y se bebe a través de una boquilla con pequeños agujeros, de manera que se elimina el riesgo de que el pequeño vuelque el vaso en la oscuridad y se empape.
Prueba con música relajante. Un buen truco para dormir a los más difíciles consiste en ponerles en su cuarto música relajante en un tono muy bajo.
Bibliografía y recomendaciones
El cerebro del niño, de Daniel J. Siegel. Un libro que, como su nombre indica, nos adentra en el cerebro de los niños y la importancia del sueño en su desarrollo
Artículo de Mariam Rojas: https://marianrojas.com/que-nada-te-quite-el-sueno/
Duérmete niño. Del Dr. Eduard Estivill y Sylvia de Béjar.
Conchita Requero: https://www.hacerfamilia.com/ninos/noticia-buenos-habitos-dormir-ninos-20150227103634.html