Comienza un año nuevo, lleno de retos e ilusiones. Estos días suelen ser momentos de reflexión y pensar en lo que queremos alcanzar durante los 365 días que tenemos por delante. Durante este mes de manera casi inconsciente ponemos encima de la mesa cuestiones personales y profesionales para delimitar objetivos y darles forma para llevarlos a buen puerto. Es una gran oportunidad para reflexionar sobre lo más importante para nosotros como padres: NUESTRA FAMILIA.  

La familia es el lugar donde crecemos y nos desarrollamos como personas. Nos influye de una manera directa y clara los vínculos que se forman entre sus miembros, sus costumbres y valores. Las   experiencias que vivimos en nuestra familia nos ayudan a ser quiénes somos y a afrontar la vida de una manera o de otra. La familia es sin duda la organización más importante para la socialización del ser humano, tanto en la infancia como en su desarrollo personal en la edad adulta. Es un órgano vivo, sujeto a los cambios que experimentan sus miembros y que depende de la dirección que nosotros, como padres, queramos darle.  

El tiempo para la familia y el tiempo que dedicamos a pensar en nuestra familia sin embargo no suele estar en los primeros lugares en nuestra lista de propósitos para año nuevo. Damos por hecho que está ahí, que es lo que es, y solemos prestarla atención para encargarnos cuando algo no funciona durante el año. Vamos por así decirlo “apagando fuegos”, y se trata de generar calor, calor de hogar, para que las personas que pertenecen a esa familia se sientan miembros de ella y crezcan felices.  

A veces sin darnos cuenta ponemos nuestra familia en un segundo o tercer puesto en las obligaciones de cada día. Nos olvidamos que trabajar y desarrollar los lazos familiares con nuestros hijos y fomentar y mejorar nuestra relación de pareja, cuando son cuestiones realmente necesarias para vivir una vida plena. Stephen R. Covey en su libro “ Los 7 hábitos de las familias altamente efectivas” dice que “Las cosas que más importan nunca deben estar a merced de las que importan menos” y explica que  para la mayoría de las personas la familia es lo más importante, tanto que incluso llegado el momento llegarían a anteponer su salud y su vida por su familia, pero cuando analizan  su estilo de vida y a que dedican su tiempo e interés en el día a día, se dan cuenta que la familia está subordinada a otros factores: al trabajo, a los hobbies…, y que no le dedican el tiempo que realmente se merece para la importancia que le dan, y eso a la larga les produce insatisfacción y frustración.  

A continuación te animamos a que contestes a unas preguntas que te ayudarán a reflexionar sobre este tema. Te aconsejamos que tengas a mano algo para escribir y que te tomes el tiempo necesario: 

1. ¿Cuál es la situación actual de tu familia? ¿En qué momento os encontráis?  
2. ¿Qué quieres conseguir a nivel familiar?  
3. ¿Qué tienes a tu favor? 
4. ¿Qué obstáculos pueden darse para conseguir lo que quieres? 
5. Busca 5 adjetivos para definir a tu familia 
6. ¿Qué necesita tu familia? 
7. ¿Qué necesitan los miembros de tu familia de ti? 
8.  Piensa en dos o tres planes que te gustaría hacer este año que comienza  

Una vez que hayas contestado estas preguntas ¡compártelas! La familia implica un “nosotros” y generar comunicación  y acuerdos es maravilloso. Preguntar también a vuestros hijos que planes les gustaría hacer -¡os van a sorprender!-, escucharles con atención y apuntar todo en una hoja a modo de recordatorio.  

Dedica un tiempo en pensar en lo más importante y llena tu vida de buenos momentos y retos con los tuyos.  

¡Feliz 2019!