Enero 2023: ¡Qué bello es vivir!
Reflexión
Esta película es todo un clásico del cine. Resulta imprescindible verla, al menos, una vez en la vida y recomendable volver a verla cada cierto tiempo, especialmente en navidad o cuando tenemos una temporada de desánimo, en la que pensamos que nuestro esfuerzo en la vida es en vano.
George Bailey (James Stewart), es el dueño de una empresa de préstamos de la pequeña localidad de Bedford Falls. Es un hombre que siempre ha trabajado por el bien de los demás. Un día de nochebuena, después de que le roben una importante suma de dinero y ante una situación tremenda de crisis por no poder pagar, se plantea la desesperada decisión de suicidarse, ya que lo único que tiene es su seguro de vida y piensa que vale más muerto que vivo. Llega a pensar que su vida ha sido un fracaso, que no ha hecho nada significativo. Cuando está al borde de la desesperación y el suicidio aparece Clarence, un viejo ángel que aún no ha conseguido sus alas, y le otorga el don de ver cómo sería la vida de todos sus conocidos, amigos y familiares si él no hubiera nacido, haciéndole reflexionar sobre todo el bien que ha hecho en su vida y el mal que ha evitado con su presencia y su trabajo.
A través de este cuento de Navidad, el autor muestra el valor de la vida a través de tantas obras buenas que vamos haciendo. Un hombre bueno, que nunca piensa en sí mismo y que antepone siempre las necesidades de los demás a las propias. El sentido de una vida es lo que hace que valga la pena la misma vida aún con los fracasos, renuncias y sinsabores que conlleven. El amor a los demás y la interdependencia entre nosotros hacen que nuestro tiempo en esta tierra tenga un valor y un sentido inconmensurable. Solo nos llevamos el bien y el amor que hemos dejado en el mundo.
Sin la generosidad de los padres, los hijos que ahora mismo nos rodean y dan calor a nuestro hogar, no habrían nacido. La educación que les damos, los valores que les enseñamos, tantos esfuerzos y calamidades que pasamos para sacarlos adelante, los fracasos en algunos momentos, el perdón que les otorgamos, la alegría ante sus los logros … nada de eso existiría si no estuvieran los padres en vela. La vida nuestra y la de los demás dependen de nuestra actuación, de nuestra existencia y de nuestras decisiones.
Gran película para ver con los hijos y trabajar la generosidad y el sentido de sus buenas obras que entrelazan su vida.