Mayo 2019 – El regalo de ser madre
Ser madre no es una tarea sencilla. Pero la mayoría de las personas que somos madres estaremos de acuerdo en que es maravilloso, es un regalo. Realmente merece la pena dar vida y ayudar a tus hijos a sacar lo mejor de sí mismos. Aunque a veces nos inunden las dudas de si lo estamos haciendo bien, o nos flaqueen las fuerzas para mantenernos firmes en lo que pensamos que es mejor para los nuestros.
Vivimos en una sociedad exigente y compleja, a veces poco sana en términos psicológicos. Las mujeres queremos abarcar todas las áreas de nuestra vida de manera exitosa, y los estándares que nos marcamos (o nos marcan) en ocasiones, hace que nuestro tiempo escasee y nuestras prioridades entren en conflicto, librando una constante batalla por gestionar esas energías y ese tiempo del que disponemos. A veces sentimos como el cansancio se apodera de nuestra mente, o nos sentimos frustradas cuando nos vemos obligadas a renunciar a nuestra vida profesional o familiar. En general podemos afirmar que no es fácil conciliar, ni es fácil conseguir ese ideal de mujer que nos hemos marcado en este apasionante y trepidante siglo XXI.
Pero en estos días en los que nos paramos a reflexionar sobre nuestro papel como madres sería interesante que nos diésemos un respiro para reflexionar: ¿Qué aporta la maternidad a nuestra vida? ¿Qué necesitamos para ser felices y vivir con serenidad las complejidades de la vida profesional y familiar? y quizá la pregunta que más nos inquieta: ¿Qué es lo que nuestros hijos realmente necesitan de nosotras?
Se ha hablado mucho estos últimos años, especialmente en ciertos entornos, del lado oscuro de la maternidad, de todo lo negativo que conlleva traer y criar hijos en este mundo, de los sentimientos de culpabilidad a los que nos enfrentamos las madres a lo largo de la vida de nuestros hijos y de las controversias de educar a los niños bajo la presión de una sociedad que no tolera los fracasos y en la que cada vez nos hemos vuelto más exigentes y deseamos la perfección. Es cierto. La maternidad es a veces difícil, esta llena de momentos duros y controvertidos, no vamos a negarlo. Pero no podemos obviar que la maternidad también esta llena de luz. Una luz cálida que nos invade por dentro y puede llegar a transformarnos.
Quizá uno de los mayores obstáculos que nos impiden vivir nuestra maternidad con serenidad es el afán de perfección. Estamos bombardeadas de tanta información sobre cómo ser una buena madre que es casi inevitable sentir cierta frustración con este tema. Estar en línea, hacer comida sana, dedicar tiempo a cada hijo, pasar tiempo en pareja, ser una buena profesional, son obligaciones que en ocasiones no llegamos a cumplir con toda la perfección que nos gustaría. He leído esta semana una noticia sobre una madre que ha explotado ante la falta de tiempo para hacer todas las recomendaciones que se supone que una buena madre debe hacer ( https://www.elperiodico.com/es/extra/20190426/madre-explota-falta-tiempo-cuidados-carta-viral-linkedin-7425557) y me parece un ejemplo muy gráfico del sentimiento que nos invade a las madres hoy en día.
Déjame recordarte que nuestros hijos no necesitan que seamos perfectas, nuestros hijos nos necesitan a nosotras, tal y como somos, luchando por ser mejores, por estar de buen humor, por quererlos cada día como ellos necesitan ser queridos. Juanjo Javaloyes tiene una máxima que merece la pena tener presente “Lo único que nos hace excelentes es nuestra manera de amar”.
Nuestro papel como madres es ayudar a nuestros hijos a crecer, a ser mejores, a luchar, y a vivir. Dar a nuestros hijos el regalo de afrontar cada etapa de su desarrollo con ilusión y de una manera sana, al tiempo que su existencia es un regalo para nosotras que nos ayuda a desarrollar nuestra manera de amar.
“Amar es el trabajo más digno del ser humano”. dice Rafaela Santos en su libro “Levantarse y Luchar”. Pues eso, amemos, levantémonos cada día, y luchemos y disfrutemos el regalo de ser madres.
¡Feliz día de la madre!