Marzo 2019 – ¿Qué podemos hacer con los niños pequeños que les cuesta comer?
¿Qué podemos hacer con los niños pequeños que les cuesta comer? ¿Qué hacen bola hasta con la sopa? ¿Cómo gestionar nuestros nervios y preocupación con este asunto?
En primer lugar, si nos preocupa la salud de nuestro hijo porque consideramos que no come suficiente y queremos saber si se encuentra bien de salud, el primer profesional de referencia al que debemos acudir es al pediatra. Las visitas regulares al pediatra nos ayudarán a saber si nuestro hijo está sano y si es necesario tomar medidas y aportar al niño algún suplemento vitamínico.
Dicho esto, proponemos algunas pautas sencillas que os pueden ayudar a gestionar el tema de las comidas:
- Algunos niños les cuesta comer, es una realidad y es algo que entra dentro de la normalidad.
- Hay un momento especialmente complicado para los niños que les cuesta comer, que es el paso de comida blanda a comida más sólida (carne, por ejemplo). En ocasiones los niños se cansan de masticar y tenemos que ayudarles a dar ese paso. Otras veces los padres temen que el niño se atragante y temen el momento de dar el paso a ponerle comida más sólida, por lo que retrasan al máximo este momento, y agravan ellos mismos el problema. El paso de la comida blanda a sólida debe ser paulatina y progresiva, ayudando a los pequeños a masticar poco a poco los alimentos que les ofrecemos, y acompañándolos de líquidos para ayudarles a tragar y masticar en las etapas iniciales.
- La comida puede ser un medio para generar espacios del dominio del “no” en los más pequeños. Es una manera de enfrentarse al adulto y dominar la situación. Es importante no ponerse nervioso cuando el niño no come, por lo menos delante suyo. Ya que eso reforzará su comportamiento.
- No hay que dejarse presionar por abuelas/abuelos, tíos, primos y demás familia en referencia a lo mal y poco que come nuestro hijo, eso solo conseguirá que nos agobiemos más y que perdamos el control en el momento de la comida. Es importante mantenernos serenos y, tal y como decíamos antes, si el tema nos preocupa ir al pediatra. Hay que tener un plan claro de las necesidades alimenticias de nuestro hijo y asegurarnos que se cumple sin agobios ni dramas. El apetito es muy distinto de un niño a otro. Incluso entre hermanos puede haber grandes diferencias en la cantidad de alimento que requieren y en gustos alimenticios. Por tanto, debemos conocer a nuestro hijo y pensar siempre en si está sano y come variado y todo tipo de alimentos, así como cuánta cantidad de alimento necesita.
- Si el niño rechaza un alimento en concreto puede ser que le siente mal o que tenga intolerancia. Habrá que observar y anotarlo para tenerlo en cuenta.
- Si el niño no come bien en las comidas procura que no coma entre horas y mide bien los tiempos entre comidas. Hay que estar especialmente atento en los horarios de las cenas y los fines de semana para que el niño no llegue muy cansado a ponerse delante del plato. Si aún niño le cuesta comer, más le costará si se ha pasado su hora y esta con sueño.
- Planifica las comidas para que siga una dieta equilibrada y aunque no siempre quiera comérselo todo, coma “de todo”.
- Mantén la calma y el sentido común. Si te mantienes firme y tranquilo en el tiempo conseguirá que su hijo se mantenga sano y coma de manera variada.