Diciembre 2018 – Hay vida más allá de la Play
“Mamá ¿Puedo jugar con el IPad? ¿Puedo jugar a la Play? ¿Podemos ver la tele?…, ¡qué aburrimiento sino!”
Seguramente estas palabras te resultan familiares. Las pantallas nos invaden y sin ser malas en sí mismas, son una herramienta más a nivel educativo, no la única. Si bien es cierto resulta cómodo, pues nos permite tenerlos controlados y muchas veces descansar o poder hacer cosas que de otra forma no podemos hacer.
Sin embargo, los expertos (neurólogos, psicólogos…) nos instan a un uso moderado, tanto en casa como en el colegio. Tan nocivo es prohibirlas como dejar que las usen sin medida. Es importante enseñarles a usarlas y eso comienza ahora que están en Primaria. Algunas ideas para un uso responsable de estas herramientas pueden ser estas:
- Pon un horario de uso: Determina cuantas horas a la semana se pueden invertir y qué días. Es bueno que sepan que hay días que no se puede, de esta forma aprenden a esperar (y así forjamos los cimientos de la virtud de la templanza).
- Dedica cierto tiempo a conocer cuáles son los juegos y películas adecuadas a cada edad.
- En el caso de videojuegos es bueno que dediquemos algo de tiempo a jugar también con ellos. Esos ratos generan cercanía y facilitan que luego nos puedan contar cosas. Es una forma además de conocer lo que hay en esos videojuegos y de ayudarles a gestionarse después de jugar.
- En el caso de las películas, es muy saludable ver películas en familia. Después podemos aprovechar para hablar con ellos sobre los temas que hayan salido. Es una gran ocasión para conocerles y hacer preguntas adecuadas para formarles.
- Puedes organizar un sistema de puntos para ganar esos minutos de “tiempo on-line”. Esos puntos se pueden obtener por responsabilidad con sus tareas del colegio, con su estudio y sus encargos en casa. (No te olvides que el mejor tiempo, es el compartido, excursiones al aire libre, ver a los abuelos…).
- Hay juegos que también son educativos para el IPad, los hay que nos permiten hacer visitas virtuales a museos o ampliar nuestros conocimientos sobre el espacio, los animales, la atmósfera y las nubes, los distintos ecosistemas, lo números, habilidades para escribir un cuento o una poesía…, juegan y aprenden.
Está claro que estos medios son muy útiles, pero usarlos simplemente porque nos lo piden insistentemente o para tenerlos entretenidos no es razón suficiente. Si previamente dedicamos algo de tiempo a hacer una búsqueda de aquellos que además pueden ser realmente interesantes, adaptados a sus intereses (o generándoles nosotros nuevos intereses por temas que no conocen), y sabemos proporcionar su tiempo de uso, se pueden convertir en una valiosa herramienta. Nuestros hijos pueden conocer su verdadera utilidad y los beneficios que tiene usarlo moderadamente junto con otro tipo de actividades en familia: excursiones, juegos de mesa, visitas gratuitas a museos o lugares emblemáticos de la ciudad en la que vivimos o de ciudades cercanas.