Mis amigos Carlos y Lidia se casaron hace unos días en la Iglesia de San Antón, Madrid. La boda fue preciosa. Ante Dios y sus seres queridos prometieron fidelidad “hasta que la muerte os separe”. Es lo que todos deseamos, que el amor dure para siempre. Sin embargo, todos conocemos parejas que no continúan juntas apenas pasados unos meses de convivencia.
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