Fernando Sarráis
Ediciones Teconté
Año 2018
Fernando Sarráis muestra en este libro la importancia de saber dialogar bien para tener una buena comunicación social, que permita hacer surgir y aumentar el amor entre las personas, en vez de causar sufrimiento, lo que conduce a pensar equivocadamente en una falta de amor más que a una falta de habilidades para comunicarse.
El amor humano es la fuente principal de la felicidad, que es el objetivo fundamental de la vida de cada persona. Se pueden tener muchas cosas valiosas, muchos éxitos, mucho prestigio, y no ser feliz. En cambio, si se recibe mucho amor se puede ser muy feliz.
Mediante el diálogo conocemos y nos damos a conocer y, en ese conocimiento, descubrimos la bondad de los otros y damos a conocer la nuestra. Esa bondad es la que despierta el sentimiento de amor en los otros y en nosotros. Es muy difícil amar lo que no se conoce y, es muy difícil conocer, si no se tiene información de algo. Y, el lenguaje oral y gestual, es el canal más importante para informar y recibir información de los demás.
Además, con un buen diálogo (positivo, sincero, humilde) se evitan los conflictos, que hacen sufrir a ella y a él. Este sufrimiento impide el amor y, si es habitual, puede matar el amor que ya existía.
Cuando dos personas se enamoran sienten una fuerte necesidad de dialogar y pasan horas haciéndolo, y se sienten en el cielo cuando lo hacen. Cuando una persona siente indiferencia, rechazo u odio por otra, evita el diálogo o su diálogo es hiriente.
En los últimos años, con la explosión de las redes sociales y las nuevas tecnologías, el diálogo cara a cara ha disminuido alarmantemente. Con este libro se quiere hacer reflexionar a los padres y educadores sobre la necesidad y el modo de enseñar a los jóvenes a dialogar positivamente.
El autor llega a la conclusión de que el buen diálogo es imposible sin el amor, por ello, las personas que buscan tener un diálogo enriquecedor en su relación de pareja son empáticas y dan prioridad a los demás sobre uno mismo.
En este libro se intenta resaltar la importancia que tiene el diálogo profundo, personal y auténtico, en especial con las personas queridas, para el desarrollo de una personalidad equilibrada, sana y feliz.