Educar a nuestros hijos

Los Programas de Familias DAIP (Desarrollo Armónico de la Identidad Personal) de Identitas responden a la necesidad de educar a nuestros hijos en la total expresión de sus posibilidades personales. Sólo así serán capaces de cambiar su futuro como ellos mismos decidan libremente, sin claudicar a las presiones ambientales que pueden disgregar la unidad personal.

 

La base educativa de todos los Programas de Familias DAIP es el desarrollo de la identidad personal, en la que confluyen constituyentes y dimensiones. Los constituyentes dan razón de las características específicas y únicas de cada persona: singularidad, apertura, originación; y las dimensiones (física, afectiva, intelectiva y volitiva) en que se expresa distinguen, en la unidad y complejidad de la persona, sus diferentes manifestaciones en el cuerpo, en los afectos, en la inteligencia y en la libertad.

La educación que se promueve desde Identitas se distingue por estas tres características: integral, proyectada y positiva:

Integral y armónica

El proceso educativo, para conseguir su mejor eficacia ha de potenciar el crecimiento en todos los constituyentes de la persona y en las distintas dimensiones en la que la persona se manifiesta. Al final todo proceso educativo parte y termina en la persona, en cada persona.

Proyectada

La confección de un proyecto educativo familiar y de un Plan personal de mejora para cada hijo/a da coherencia y sentido a toda la tarea educativa. También permite adelantarse a las situaciones educativas que se puede presentar, educando en futuro y de modo preventivo, ganando en coherencia y en eficacia.

Positiva

Se avanza mejor y más rápidamente cuando los progresos personales se basan en lo positivo, en los logros, en lo que se hace bien. De esta forma, los aprendizajes quedan mejor grabados y se refuerza la autoestima y la seguridad personal, necesarias para afrontar con ilusión los retos diarios de la vida.

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